Las reglas del juego
Bien.
Recuerdo un tiempo en donde existían unas reglas del juego.
Estaba bien.
Un poker de ases le ganaba a unas dobles parejas.
Si tu llevas el poker… pues estupendo porque ganabas el bote.
Si eras el que llevaba las dobles parejas…. bueno… apostabas y perdías y te levantabas de la mesa y pensabas en que no deberías haber ido y como fue que no te diste cuenta… que estaba muy clarito.
Lo bueno de las reglas del juego es que sabes a que atenerte, cuando desaparecen, lo que ocurre es que te quedas con cara de idiota cuando toda emocionada vas con tu maravillosa escalera de color y de pronto te dicen que no, que es que resulta que es que ahora quien tiene un ocho de treboles gana. Gana sin más… ¿entendido? …. y ni se te ocurra rechistar.
Lo mismo es que me estoy haciendo vieja y añoro en tiempo en que sabía jugar.
Me consuelo pensando que es que lo que pasa es que lo mismo han cambiado las normas y resulta que es que no me he enterado.
No sé.
Lo mismo es que ahora se puede acampar en cualquier plaza publica. Lo mismo es que puedes llegar y montar una guardería bajo un chamizo de platico, puedes distribuir alimentos sin tener el carnet de manipulador de alimentos ni haber pagado licencia alguna, ni guardar ninguna medida higiénica. Lo mismo es que ya puedes poner carteles donde te plazca sin que aquello de R.E.A. (Responsable empresa anunciadora) signifique ya nada.
Puedes hacer botellón en pleno centro sin que nadie te increpe…En definitiva, que es que lo mismo no me enterado que ahora ya se puede hacer lo que a una le de la gana y que nadie va a venir a decirte ni mú.
Es que estoy que no me entero de casi nada.
Bueno… pues eso… que este verano pienso acampar en la Puerta de Alcalá. Creo que es buen sitio. Y de paso me ahorro el camping.
😉
Deja una respuesta