Dame, dame, dame
Y no es la canción de ABBA.
Me explico.
Resulta que leo estupefacta que la culpa es del sistema por no enseñar a los profesionales sanitarios que es lo que deben hacer.
Leo que el señor Santiago Yus, «medico especialista con mas de 30 años de experiencia en el Hospital la Paz, se queja de que: (cito textualmente)
«Mañana o pasado mañana me tocará atender a la enferma de ébola y nadie me ha enseñado a ponerme el traje. No estoy preparado. No estoy entrenado. Y eso les pasa a muchos compañeros. ¿Es que no podían habernos preparado? ¿Es que no pueden ocuparse otras personas con la formación especifica?»
Y se queda tan pancho. Tan tranquilo.
Afirma sin el mas mínimo rubor que es un «profesional» de mierda. Que en todo este tiempo que lleva como médico no ha estado interesado en continuar con su formación. Que no debe saber leer. Que no tiene internet. Que no contacta con otros compañeros para estar al día en cuanto medidas.
Afirma orgulloso que no es mas que un parásito de la Seguridad Social. Que hace mucho tiempo consiguió su plaza y que ahora se limita a sestear, trabajar de vez en cuando, reclamar por sus pagas y su sueldo y sus derechos de funcionario.
Es duro decir esto. Pero el caso es que el no es un caso aislado. Es uno más de los tantos especímenes del «DAME,DAME,DAME» y «LA CULPA ES DE LOS DEMÁS».
La verdad.
La verdad, por dura que resulte oírla, es que estamos en manos de ineptos a los que les preocupa una mierda su profesionalidad. Que reclaman formación pero que son incapaces de dedicar su vida a su «vocación». (Perdón. No saben lo que es vocación, lo mismo es que desconocen esa palabra.)
La verdad es que no hago más que escuchar voces reclamando la dimisión de la ministra, del gobierno, del rey y del Papa de Roma.
Pero aún no he escuchado ninguna voz que reclame medidas disciplinarias para esos «profesionales» de mierda que son capaces de infectarse ellos mismos por descuido e ignorancia, que ademas tienen síntomas y se van de vacaciones, que acuden a su medico de cabecera y no notifican que han estado atendiendo a un enfermo de ébola y que son pacientes de alto riesgo, que ponen en peligro su salud y las de los demás.
Esa es la verdad.
La verdad es que estamos rodeados de parásitos que repiten al unisono «DAME, DAME, DAME»
Que se quejan.
¿De qué?
Un buen profesional siempre esta al día de las últimas novedades de su sector, lee, se instruye, comparte conocimientos porque dentro de el esta el ansía de mejorar.
Existen. Hay gente así.
Pero son muy escasos.
La mayoría dormita en su puesto. Comete diariamente graves errores que cuestan la salud y la vida a mucha gente.
Pero después… ellos no tienen la culpa. No. ¡Por Dios! Pobrecillos.
Si es que encima es que están mal pagados.
No tienen vergüenza, ni la han conocido.
La auxiliar de enfermería infectada por ébola, que atendió al misionero Manuel García Viejo, cree que una de las veces que se quitó el traje de aislamiento pudo haber rozado su cara con los guantes, con lo que ese podría ser el origen del contagio.
Pues mira Teresa… lo siento mucho. Deseo tu pronta recuperación. Deseo que tu falta de profesionalidad no produzca ninguna desgracia.
Se que lo correcto es pedir la dimisión de la ministra.
Yo pido la dimisión de trabajadores tan ineptos como tu.
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