Pedir
Nos hemos acostumbrado tanto a pedir que ya se ha convertido en lo más normal del mundo.
Probablemente sea culpa nuestra. Probablemente.
Siempre es como que nos deben algo.
Lo peor de todo es que estamos tan habituados que ya no entendemos otro proceder.
Cuando no se tiene algo… SE PIDE.
Es fácil. Pin-Pum. Ya está.
Se pide y alguien nos lo dará.
El 15 M un puñado de jóvenes (en su mayoría) acamparon en las plazas de nuestro país para PEDIR trabajo, PEDIR un cambio en la ley electoral, PEDIR control de las entidades bancarias, PEDIR expropiaciones de viviendas para… PEDIR, PEDIR y PEDIR.
Por PEDIR que no quede.
Pero… ¿y el luchar por algo?
¿Donde ha quedado eso?
Si. LU-CHAR POR ALGO.
No siguiendo utopías que lo más que pueden hacernos es esbozar una sonrisa ante tanta ignorancia. NO.
Luchar cada día desde la iniciativa. Desde el trabajo. Desde la responsabilidad y la razón. Desde el compromiso.
A veces parece que haya desaparecido toda lógica.
Muchos medios de comunicación no tuvieron reparos en alabar la movilización de las acampadas. ¡Ya era hora!. Los jóvenes se movilizan. Quieren luchar y cambiar el mundo. Una revolución pacifica.
JA.
Muchos otros callaron tal vez porque eran días de elecciones y no fuera a ser que…
Otros miraban sin hacer nada en cierta manera cómplices del absurdo al que unos pocos han sometido a este país.
Todo es mucho más sencillo.
Lo que pasa es que tal vez sea políticamente incorrecto el pronunciarse y llamar a las cosas por su nombre.
Lo que pasa es que es más fácil acampar en la calle y lanzar mil discursos cargaditos de demagogia, que levantarse cada mañana a las seis de la mañana y ponerse a trabajar para luchar por este país.
Puede que vivamos tiempos de cambio y ya el esfuerzo y el trabajo no sirvan de nada.
Puede que haya que limitarse a PEDIR.
:( (No creo que me resigne a vivir en una nación de pedigüeños)
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